Recibir un refuerzo distinto a CanSino, ya sea de Pfizer, Moderna o Jonhson para proteger al organismo ante el COVID 19 es seguro y aumenta el porcentaje de anticuerpos, lo que equivaldría a una mayor protección, concluye un estudio realizado en la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“Los que se pusieron vacunas de refuerzo distintas incrementaron sus anticuerpos neutralizantes que son anticuerpos protectores contra COVID 19. La mayoría resultó por arriba del 90 por ciento de neutralización. Eso significa que tienen una protección alta”, afirmó Jorge Hernández Bello, coordinador de posgrado del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS)
El especialista, quien es también miembro de la Sala de Situación en Salud de la UdeG, explicó que la neutralización es la capacidad que tienen los anticuerpos de bloquear la infección viral, “entonces arriba del 90 por ciento es una protección muy buena”.
La UdeG tomó una muestra representativa del personal docente que se vacunó con CanSino, quienes recibieron un seguimiento de seis meses para revisar sus anticuerpos y verificar si ya necesitaban o no una dosis de refuerzo, pero algunos no se esperaron a la recomendación y decidieron aplicarse una vacuna distinta.
Fueron 62 personas quienes manifestaron haberse aplicado una dosis de refuerzo durante el cuarto y quinto mes, y se les dio seguimiento para determinar si habían incrementado los anticuerpos comparado con la primera dosis y si habían tenido efectos secundarios. Además, se les dio seguimiento a otras 62 personas, con las mismas características, pero que no habían recibido dosis de refuerzo.
“Encontramos que quienes no se aplicaron dosis de refuerzo empezaron a bajar sus defensas a partir del sexto mes, es decir en noviembre empezaron los anticuerpos a bajar, aunque tenían todavía protección. Por lo que es importante reforzar la vacunación para poder optimizar la respuesta del organismo otra vez”.
“Es importante que los docentes que ya se vacunaron con CanSino no pierdan la protección, y consideramos que estamos en un momento oportuno para que todavía no haya vulnerabilidad y pueda aplicarse el refuerzo con óptimos resultados”.
Posibles reacciones y medidas a seguir
Aclaró que uno de los riesgos de ponerse una vacuna distinta a CanSino es que algunas personas al recibir la dosis de refuerzo de Moderna sean alérgicas a alguno de sus componentes y tengan reacciones consecuentes, pero los casos que se podrían presentar son muy raros.
Señaló que una de las medidas que se toman para detectar posibles casos de alergia es tener en observación a la persona vacunada durante los próximos diez o quince minutos después de haber recibido la dosis, para neutralizar una reacción alérgica grave, ya que las respuestas alérgicas se generan inmediatamente, explicó el especialista.
Recordó que las personas que tienen COVID 19 activo les está contraindicado recibir el refuerzo, ya que el organismo estaría pasando por una reacción contra el virus SARS CoV-2 y, al vacunarse, eso representaría una carga extra para el organismo, lo que podría generar alguna reacción inflamatoria, además de que pondría en riesgo de contagio a las demás personas que acudan a recibir la vacuna y al personal que la aplica.
El caso Ómicron
Explicó que la mayoría de las vacunas de primera generación estaban dirigidas a generar una respuesta contra la proteína S del virus original. En el caso de Ómicron tiene muchas mutaciones en esa proteína que la hace diferente, sin embargo, aplicar vacunas distintas aumenta la posibilidad de generar anticuerpos contra otras fracciones de la proteína S y los anticuerpos generados podrían neutralizar a esta nueva variante.
Aclaró que ninguna vacuna ha perdido su eficacia al 100 por ciento contra Ómicron, entonces esto indica que con el refuerzo se podría tener protección contra la variante.
Medidas después de recibir el refuerzo
El especialista recordó que los anticuerpos de las vacunas no se generan sino a partir del décimo primer día. Después de 21 o 28 días el organismo generaría una protección máxima. Por lo tanto “debemos esperar por lo menos 20 días después de la dosis para estar inmunizados, y aún así, las personas no deben descuidarse, hay que continuar usando cubreboca, observar la sana distancia y desinfectarse las manos constantemente con agua y jabón o gel con base alcohólica”.
Destacó que los cubrebocas KN 95 y N 95 son los que presentan una mayor eficacia para no infectarse de COVID 19, en su variedad Ómicron. Los triple capa y quirúrgicos funcionan también. No se recomiendan los cubrebocas de tela, –ya que los poros son más grandes y no protegen contra la exhalación de partículas pequeñas–, y los que tienen válvulas tampoco son recomendables, ya que solo protegen a la persona que los porta, pero no a los demás.
El especialista recordó que la mayoría de las vacunas protegen de casos graves por arriba de un 90 por ciento, lo que no significa que protejan del contagio. Las personas pueden infectarse con el SARS CoV-2 aunque estén vacunadas y podrían desarrollar una enfermedad leve e incluso asintomática.