Mientras las alertas de género no sean acompañadas de acciones efectivas y reales de prevención y protección a las mujeres por parte de los gobiernos, esta problemática seguirá presentándose, afirmaron expertos de la UdeG.
La atención a la violencia de género no ha sido una prioridad de los gobiernos locales y el nacional, pues el número de asesinatos de mujeres va en aumento porque no hay estrategias claras y efectivas para prevenirlos, aseguró Alfonso Hernández Rodríguez, coordinador del Centro de Estudios de Género, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
En conferencia de prensa en el marco del 25 aniversario del Centro de Estudios de Género, que inició funciones el 1° de octubre de 1994, el académico aseveró que en ningún país han funcionado las alertas de género como la que existe en Jalisco desde febrero de 2016, pero que son necesarias acciones concretas para evitar las agresiones contra las mujeres. Puso como ejemplo la estrategia del “botón de pánico”, implementado en Zapopan para que la policía acuda en auxilio a estas mujeres.
“Mientras no sean las alertas de género acompañadas de acciones efectivas y reales de protección a las mujeres, se va a seguir presentando. Si la pena de muerte no ha sido capaz de disuadir a los criminales, mayores penas para el delito de feminicidio tampoco lo van a disuadir. Creo que hacen falta otro tipo de cambios culturales, educativos, de valores. Sin embargo, el gobierno tiene que tener ese papel de salvaguardar la vida de las mujeres y de la población en general, pero no lo ha logrado, porque desde mi punto de vista no es un tema prioritario para ellos”.
Otras alternativas que tienen que ver más con la estructura de las políticas públicas son dedicar más presupuesto a las políticas de prevención e instancias de atención, fortalecer las casas de acogida, además de proteger a las mujeres que están en las mismas, y dar seriedad a los procesos de denuncia en las instancias que atienden a personas violentadas por cuestiones de género, enfatizó el universitario.
Hernández Rodríguez indicó que de 2015 a la fecha suman tres mil 200 feminicidios en el ámbito nacional. Tan solo de enero a junio de 2019 se registraron 470 casos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El especialista celebró la despenalización del aborto en Oaxaca y aseguró que hay grupos que pretenden llevar la discusión hacia otros temas, cuando lo verdaderamente importante en esta legislación es el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
“La ley de despenalización del aborto no obliga a abortar a nadie. Las partes que están interesadas en discutir desde lo religioso, que se basa en creencias y no es cifras o ciencia, tratan de convencer a la gente de que un óvulo y un espermatozoide unidos en un gameto son una persona, y habría que discutir mucho sobre esas cuestiones bioéticas, pero la discusión no es sobre el aborto, sino sobre el derecho a decidir sobre su cuerpo”.
Cifras delatan la gravedad
En México, al menos seis de cada 10 mujeres han enfrentado un incidente de violencia, según datos de ONU mujeres dados a conocer en noviembre de 2018.
41.3 por ciento de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y nueve son víctimas de feminicidio cada día.
Por cada delito sexual cometido a hombres, hay 11 contra mujeres, incluidos el hostigamiento, manoseo, exhibicionismo, intento de violación, hostigamiento sexual y violación sexual.
El estado más peligroso para las mujeres es Veracruz, al registrar 125 víctimas de feminicidio de enero a agosto de este año; el Estado de México le sigue con 67 casos, mientras que en Jalisco son 27, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Jalisco, con 169 casos, se coloca en el tercer puesto de homicidios dolosos contra mujeres ocurridos en el país en el mismo periodo, según datos del SESNSP, sólo por debajo del Estado de México (231) y Guanajuato (178).
Mujeres buscan visibilizar su indignación
La rabia y la indignación que experimentan las mujeres ante la violencia física y las violaciones que viven a diario las ha orillado a salir a las calles y generar un movimiento denominado “Marea verde”, que busca hacer visibles los problemas a los que se enfrentan desde hace décadas y a promover los derechos reproductivos entre ellas, aseveró Alfonso Hernández Rodríguez.
“Creo que hay dos visiones: la de las personas que estamos sensibilizadas en el tema de la violencia de género y estamos de acuerdo, y el de otras personas que pueden estar de acuerdo, pero al ver el grado de indignación que tienen las mujeres por ser víctimas de la violencia eso puede incidir en tener opiniones negativas hacia el movimiento. El grado de indignación por las violaciones y feminicidios en las mujeres hace que se transforme ese sentimiento en un deseo de mostrarse, que puede no ser adecuado, pero entonces ¿qué tienen que hacer las mujeres para que el país muestre interés en este tipo de asuntos?”
Afirmó que para que haya un verdadero entendimiento entre las dos partes debe existir información de las condiciones de la mujer en el país y que los demás piensen en las nuevas generaciones.
“Si yo no estoy de acuerdo con el aborto, educo a mis hijos para que no lo hagan, pero hay algo más de fondo: la prevención tiene que estar entre quienes tienen una religiosidad y en quienes no la tienen. Todos sabemos que la forma de evitar abortos es prevenir un embarazo, pero desafortunadamente mientras haya índices de escolaridad bajos en México, seguirá habiendo embarazos y abortos. En esto no importa la clase social ni la instrucción”.