La situación de la mujer en el país sigue empeorando al incrementarse los niveles de violencia dentro y fuera del hogar; la cultura machista sigue afianzada en un entorno social permisivo y omiso, y por ello hemos de insistir en la urgencia de un cambio cultural con respecto al género y la no discriminación.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (ENDIREH-INEGI) de 2016, señaló que 66 de cada 100 mujeres de 15 años y más han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, y evidenció también la percepción de las propias mujeres respecto a ciertos roles masculinos y femeninos donde prevalecen los estereotipos, por ejemplo: a nivel nacional un 47.6% considera que las mujeres que trabajan descuidan a sus hijos (as); si observamos los datos por sector, es en el rural donde el porcentaje es mayor, ya que alcanza el 58.3% con esta percepción y por grupos de edad a partir del grupo de 45-54 años, similar opinión de las mujeres supera el 50%.
Con ello se muestra una faceta del problema que no es desdeñable, la visión machista sobre la función y el desarrollo femenino nace en el hogar, su papel primordial es de esposa y madre. Otro dato interesante que muestra esta Encuesta es respecto al ámbito donde las mujeres son víctimas de violencia física, sexual y/o emocional, allí se identifica que un 25.3% sufrió algún tipo de violencia en la escuela a lo largo de su vida, en el trabajo fue de 26.6%, en la comunidad del 38.7% y 10.3% en el hogar; se destaca que el 43.9% de los agresores fueron sus parejas.
Aunque se ha avanzado en crear distintas leyes para proteger a la mujer y tratar de eliminar la violencia de género; por ejemplo se han creado centros de atención a las víctimas (existen 50 Centros de Justicia para las Mujeres en el país), poco se ha hecho en materia de combate a la impunidad. En 2020, México ocupa el lugar 60 de 69 países analizados en el índice Global de Impunidad, donde se consideran tres dimensiones: seguridad, justicia y derechos humanos.
De acuerdo con la organización Impunidad Cero, los feminicidios en México crecieron en un 137% de 2015 a 2019 y la tasa de impunidad en este tipo de delito en 2019 fue de 51.4%, es decir, de diez casos de feminicidio solamente cinco fueron esclarecidos.
Y la violencia sigue imparable: el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a partir de las llamadas a la línea 911, de enero a septiembre de 2020 reportó, en el rubro de violencia contra la mujer, 199 mil 974 casos. Esto implica un crecimiento del 42.3% en relación al mismo periodo de 2019.
Por su parte, el INEGI identifica información a partir de los Censos de Gobierno, con base en los registros de las averiguaciones previas iniciadas y carpetas de investigación abiertas, que los principales delitos cometidos en contra de las mujeres están relacionados con el abuso sexual (42.6%) y la violación (37.8%).
La semana pasada (25 de noviembre), se conmemoró el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, promovido por la Organización de las Naciones Unidas desde el año 1993, que en su edición 2020 se difundió con el lema “Pinta el mundo de naranja: ¡financiar, responder, prevenir, recopilar”.
Es un llamado a cuidar a las mujeres sobre todo a aquellas que están en condiciones de vulnerabilidad, tales como las niñas, las mujeres adultas mayores, las mujeres indígenas, las mujeres con discapacidad o las mujeres migrantes.
Detener la invisibilidad a actos de discriminación, acoso y todo tipo de violaciones a los derechos humanos en un grupo de la población que representa más del 50% de los mexicanos, es una cuestión fundamental para aspirar a una sociedad con equidad, igualdad, plural, global, inclusiva y libre.