La virtualización es la manera en la que podemos tener varios sistemas operativos (software para servidores) dentro de un solo equipo de cómputo (hardware). «Esta novedosa forma de administrar diferentes plataformas, de forma intangible, reduce el tiempo para aprovisionar servidores porque aumenta la flexibilidad y la movilidad en su manejo», explica Arturo Ortega Vázquez, administrador de servidores de cómputo en ambientes virtuales de la Coordinación General de Servicios Administrativos e Infraestructura Tecnológica, de la UdeG.
Además, «la virtualización genera ahorro de espacio y de energía y, en general, facilita las funciones de un área de Tecnología», agrega.
Este concepto se ha incrementado con el auge del home office y en este contexto, Ortega Vázquez refiere que “el trabajo remoto es una realidad, por lo que es de vital importancia el uso de escritorios y aplicaciones virtuales, puesto que es una gran ventaja el hecho que desde cualquier dispositivo inteligente, llámese Smartphone, tablet o computadora, puedas acceder a estas aplicaciones y equipos virtualizados, quedando toda esta información protegida en la nube tecnológica o cloud computing”.
Expresa que, en el tema de la seguridad, en el supuesto de un robo o daño de nuestros equipos físicos, la información estaría sana y salva en la nube:
“En la actualidad no hay una complicación latente debido a que las granjas de virtualización que conforman la nube están muy bien protegidas a nivel de alta disponibilidad y seguridad”.
Con respecto al software que se utiliza para la virtualización, menciona que «se le denomina hipervisor y se encarga de aprovechar todos los recursos del hardware tales como CPU, memoria RAM, interfaces de RED y disco duro, para luego simularlos de manera virtual, aislar los diferentes sistemas operativos y coordinar el acceso a cada uno de estos recursos”.
De igual manera, en la actualidad, hablando de los hipervisores más nuevos, se requieren al menos dos núcleos de CPU (procesadores), al menos 8 GB de RAM, uno o más puertos de red de un gigabit o más rápidos y un disco o LUN (Unidad virtual) con espacio suficiente.
La administración de la virtualización es novedosa e importante, por lo que Ortega Vázquez explica: “Su implementación debe ser bajo las mejores prácticas descritas por el fabricante, siendo muy focales en las mismas. La persona que administre debe tener conocimientos en hardware, almacenamiento, redes y sistemas operativos, además de cursos y certificaciones especializadas en virtualización, que van desde instalación, configuración, administración, diseño y arquitectura”.
Con respecto a las bondades de la virtualización, concluye que “la disponibilidad es una de las principales, pues permite tener una gran continuidad del negocio, ya que cuenta con múltiples funciones las cuales contribuyen a reducir el tiempo de inactividad planificado y no planificado, también ofrece una rápida recuperación desde interrupciones y la tolerancia a fallas, ésta última proporciona disponibilidad continua. Además, la virtualización permite generar un plan de recuperación ante desastres de una forma sencilla, rápida y fiable”, concluye.
La virtualización apenas comienza y acompañará en este camino a tendencias como la Inteligencia artificial, Internet de las cosas, Big data, y otros conceptos de innovación tecnológica.