El trabajo artístico de los cuentacuentos es ofrecer un espectáculo atractivo para la audiencia y Nat-Asha, Nat Haro, promete cumplirlo este sábado 19 de marzo, a las 13:00 horas, la Librería Carlos Fuentes del Centro Cultural Universitario, cuando narre al público infantil convocado a la actividad “Wangari Maathai: la mujer que plantó millones de árboles”.
“Atrapar la atención de los niños a través del simple hecho de narrar o de platicarle al niño con diferentes herramientas. Yo siempre me acompaño de música o canto. Aunque no soy un profesional ni cantante me apoyo de herramientas rítmicas que no sólo involucran al oído, sino al cuerpo con dinámicas corporales donde el canto es básico para mí”, indicó.
En los últimos años, esta actividad ha propiciado el surgimiento de nuevos cuentacuentos, ya que docentes la replican en escuelas y espacios públicos. “Necesitamos más difusión y compromiso de los padres, o quién se hace cargo de los niños, para que se siga acudiendo y sea un atractivo más para las audiencias”.
Detrás de esta actividad hay todo un proceso creativo y Nat Haro explicó: “Hago un estudio del tema, lo digiero y veo cómo lo adapto a mí. A la hora de contarlo a los niños tengo que perder cualquier rigidez y en la presentación volver a crearlo porque tienes otras voces, las de los niños que participan y, si los padres se involucran, es maravilloso”.
Por otra parte, en sus presentaciones toma en cuenta las opiniones de los niños que asisten a la actividad. “Si el niño opina o, a partir de algo que tú dijiste, él construye alguna imagen, historia o tuvo algún recuerdo, es importante escucharlo y sumar esa experiencia a la narración”.
“Wangari Maathai la mujer que sembró un millón de árboles”
Este sábado, Nat-Asha narrará “Wangari Maathai: la mujer que plantó millones de árboles” del autor Frank Prévot y de la ilustradora Aurélia Fronty
El libro trata sobre la lucha de Wangari Maathai, una mujer africana que libró una batalla en contra de la deforestación y preservar los bosques de Kenia y el resto de África. Aunque su lucha fue difícil, generó conciencia con la unión de otras mujeres con las que salvó millones de árboles por lo cual fue distinguida con el premio Nobel de la Paz en 2004.
Una vida de cuentacuentera
Nat-Asha comenzó su carrera de cuentacuentos en el segundo cumpleaños de su primer hijo. Para celebrarlo preparó un cuento para su hijo y, desde entonces, después de once años, ha consolidado una trayectoria con distintos proyectos como “Nat Haro en Acción” que ha presentado en escuelas, la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco y eventos privados.
“Comencé a trabajar de manera intuitiva y desde la inspiración. Cuando tomé impulso me formé con cursos y con la ayuda de una comunidad de amigos relacionados al teatro, músicos y otros cuentacuentos, mis mayores maestros”.